Ansiedad

ansiedad

La ansiedad o activación del sistema nervioso autónomo es una reacción de nuestro organismo ante situaciones estresantes para movilizar la energía y que nos ayude a afrontarlas eficazmente.

Sin embargo, en los trastornos de ansiedad, los miedos que percibimos son subjetivos, complejos, no razonables y muy difíciles de entender e identificar por la propia persona, siendo incluso muy diversos en función del problema de ansiedad que tengamos. Con una terapia psicológica adecuada a cada caso, de manera individual, se podrá controlar esta sensación de angustia y hogo tan característica de este tipo de trastornos.

Tipos de ansiedad

Desde el punto de vista de la clasificación de los trastornos mentales, los trastornos de ansiedad forman una amplia familia compuesta principalmente por:

  • Trastorno de angustia con o sin agorafobia
  • Agorafobia
  • Fobia específica
  • Fobia social
  • Trastorno obsesivo compulsivo (TOC)
  • Trastorno por estrés postraumático (TEP)
  • Trastorno por estrés agudo
  • Trastorno de ansiedad generalizada

Principales síntomas de ansiedad

Taquicardias y alteraciones cardíaca

En un estado de ansiedad, nuestro corazón bombea con fuerza para enviar la sangre a los órganos implicados en la función de escape. Esta aceleración provoca las conocidas taquicardias.

Dilatación de las pupilas

Las pupilas se dilatan de manera considerable, con el fin de poder percibir el peligro lo antes posible, provocando lo que conocemos como visión túnel, llevando a sufrir una vista borrosa, destellos, molestias, luces…etc.

Tensión muscular

Esta tensión constante provoca calambres, dolores y molestias musculares, muy presentes entre los principales síntomas de ansiedad.

Hiperventilación y mareos

En todo cuadro de ansiedad severa, uno de los principales síntomas se refleja en los mareos que se producen.

Estos mareos vienen precedidos por una hiperventilación al respirar, la tensión muscular en las zonas cervicales y el exceso de sangre en las piernas.

Náuseas y diarrea

Cuando se trata de escapar o librarse de un peligro, el aparato digestivo no cumple ninguna función, y el alimento que hayamos podido ingerir nos ralentizaría. Por ello, el cuerpo trata de deshacerse de él lo antes posible, produciendo este tipo de reacciones.

Inestabilidad física y mental

Si sumamos todos los síntomas anteriores, se acaba produciendo una inestabilidad constante, que se reflejará en los aspectos físico y psicológico.

Nuestro cuerpo notará un desequilibrio que, a su vez, produce una inseguridad que casi no nos permitirá permanecer de pie, caminando o realizando la tarea que estuviéramos llevando a cabo.

Irrealidad o despersonalización

En el momento en el que se den a la vez todos los síntomas, se puede generar una situación en la que nuestro razonamiento se vea afectado y tengamos una sensación de irrealidad constante sobre lo que nos rodea.

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